viernes, 22 de abril de 2011

Sois unos payasos.



Para mí, las cosas pasaron como te he dicho. Él es inocente.No tiene nada que ver. ¿Qué coño sabéis vosotros de lo que sucedió?¿O de lo que sintió en ese momento? Vosotros no sabéis justificar las cosas, no sabéis perdonar.La única cosa que sabéis hacer es juzgar. Decidís sobre la vida de vuestros hijos de acuerdo con vuestros propios deseos, con vuestras propias ideas. Sin saber mínimamente lo que pasa por nuestra cabeza.Para vosotros la vida es como jugar al gin, todo lo que desconocéis es una cara incómoda que preferís no haber pescado nunca. No sabéis qué hacer con ella, os quema en las manos. Pero no os preguntáis por qué uno es violento, por qué uno se droga, ¿qué más os da? no se trata de vuestro hijo, no os afecta.Pero esta vez sí os interesa, porque es cercano a mí.

Es violento, es cierto, pero puede que lo sea porque no sabe explicar muchas cosas, porque le han contado muchas mentiras, porque el suyo es el único modo de reaccionar.Y me importan una mierda esos amigos tuyos, lo que piensan, cómo me juzgan. Siempre estáis diciendo que es gente que se ha hecho a sí misma, que ha llegado. Pero, ¿a dónde han llegado? ¿qué han hecho? Nada. Sólo dinero. No hablan con sus hijos. No les interesa en absoluto lo que hacen , lo que puedan sufrir. Nosotros os importamos un huevo.

Ahora tu conciencia está tranquila. Ahora puedes volver a parlotear con tus amigas y sentarte en la mesa de juego. Tu hija está bien educada. Ha entendido lo que es justo y lo que no lo es...Ha entendido que no hay que soltar tacos y que hay que comportarse como es debido.Pero, ¿no ves que eres ridícula? ¿que haces reir?Me mandas a misa el domingo pero si escucho demasiado el sermón no está bien. Si amo demasiado a mis semejantes, si traigo a casa a uno que no se levanta cuando tú entras o que no sabe comportarse en la mesa, entonces tuerces el morro.Tendríais que inventar iglesias a vuestra medida, un evangelio sólo para vosotros donde no resucitan todos, sino sólo los que no comen en camiseta interior, que no firman escribiendo primero el apellido, aquellos que sabéis de quién son hijos, que están siempre morenos y son atractivos, que se visten como queréis vosotros.

Sois unos payasos.

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